INTERVENCIÓN DEL
AUTISMO EN LA ADOLESCENCIA
Aunque la mayoría de las investigaciones sobre el
tratamiento del autismo se han llevado a cabo en niños, los déficit sociales,
emocionales y comunicativos continúan y suponen un gran impacto en la vida del
adolescente, además de en la edad adulta.
A menudo, los adolescentes con autismo no llegan a poder
separarse de sus padres.
Cambios físicos y de la conducta sexual
La comprensión de los cambios físicos por parte de este
colectivo es muy limitada, lo cual puede acarrear problemas. Para ellos los
órganos sexuales no representan ningún tabú, de ahí que deba explicarse de forma clara y
explícita que conductas son correctas y cuales no, sobre todo de cara al
público.
Hay que evaluar las posibles alternativas a las necesidades
sexuales de las personas con autismo, y encontrar un equilibrio adecuado entre
el individuo con autismo y las normas sociales de la comunidad.
También aparecen problemas para paliar el dolor físico,
existiendo casos de personas con autismo con graves problemas de salud sin
diagnosticar durante años, lo que provoca problemas de conducta durante
adolescencia y madurez (agresión, automutilación,…)
Crisis epilépticas
Muchos niños desarrollan crisis durante la adolescencia y
edad adulta, lo cual debe ser tratado por un neurólogo en base a la naturaleza
de la crisis.
Trastornos psiquiátricos en la adolescencia
Se registra una frecuencia superior de depresión, ansiedad y
trastornos afectivos. En este caso el tratamiento farmacológico es altamente
recomendable. Así mismo, su administración debe de ser controlada.
Lenguaje
A pesar de que durante la adolescencia algunos individuos,
especialmente aquellos de nivel superior, adquieren un cierto nivel de lenguaje
oral, las anormalidades en la enunciación y entonación se mantienen. Existen diversas
estrategias para mejorar el funcionamiento de la comunicación. Las técnicas de
role-playing, los grupos de habilidades sociales, la interpretación y feed-back
de vídeo, son estrategias útiles.
Problemas en las relaciones interpersonales
Muchas de las habilidades que los adolescentes con TEA aprenden son destrezas que se
Debemos tener en cuenta que las deficiencias fundamentales persistirán de por vida.
Para reducir el miedo y la ansiedad debemos evitar situaciones que provoquen angustia o
sentimientos de fracaso para la persona con autismo (por ejemplo lugares ruidosos).
Existen para ello grupos de formación de aptitudes sociales.
Para reducir el miedo y la ansiedad debemos evitar situaciones que provoquen angustia o
sentimientos de fracaso para la persona con autismo (por ejemplo lugares ruidosos).
Existen para ello grupos de formación de aptitudes sociales.
Muchas de las habilidades que los adolescentes con TEA aprenden son destrezas que se
adquieren de forma natural, pero que en este caso y debido al trastorno presentan muchas
carencias en su correcto desarrollo. En estas sesiones se forma a los adolescentes en
comprender y participar de forma adecuada en los roles sociales, ensayos sobre las habilidades
que van adquiriendo, así como ejercicios reales, tales como invitar a un compañero a su casa,
donde a su vez los padres ejercen una labor de supervisores.
Determinadas situaciones, como burlas, o desprecios, tendrán propuestas de solución desde el
punto de vista del adolescente, y no desde el punto de vista del adulto.
Este programa ha podido verificar que este cambio de perspectiva marca una gran diferencia
a la hora de enfrentar situaciones que pueden llegar a ser complejas.
carencias en su correcto desarrollo. En estas sesiones se forma a los adolescentes en
comprender y participar de forma adecuada en los roles sociales, ensayos sobre las habilidades
que van adquiriendo, así como ejercicios reales, tales como invitar a un compañero a su casa,
donde a su vez los padres ejercen una labor de supervisores.
Determinadas situaciones, como burlas, o desprecios, tendrán propuestas de solución desde el
punto de vista del adolescente, y no desde el punto de vista del adulto.
Este programa ha podido verificar que este cambio de perspectiva marca una gran diferencia
a la hora de enfrentar situaciones que pueden llegar a ser complejas.
Tratamiento farmacológico
No hay medicamentos para curar los TEA, ni siquiera para
tratar sus síntomas principales. Pero hay medicamentos que pueden ayudar a
algunas personas a tratar síntomas relacionados. Por ejemplo, existen algunos
que pueden ayudar a controlar la hiperactividad, la dificultad para
concentrarse, la depresión o las convulsiones. Así mismo, la Administración de
Drogas y Alimentos aprobó el uso de
Risperidona (fármaco antipsicótico) para tratar a niños de 5 a 16 años de edad con TEA y
que presentan fuertes rabietas, agresión o que se autolesionan.
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