Prevalencia TBP
La prevalencia aproximada del trastorno bipolar es del 1% de
la población. La tercera parte de los 3,4 millones de niños y adolescentes con
depresión en EEUU, pudieran estar desarrollando el comienzo temprano de
enfermedad.
En los adultos el TBP afecta en la misma proporción a
hombres y mujeres, pero en los casos de inicio precoz aumenta la incidencia en
varones (más si es antes de los 13 años). Las mujeres tienen mayor
predisposición para presentar cuadros depresivos.
Existen pocos datos sobre el curso natural y la evolución a
largo plazo del TBP de inicio precoz, principalmente en la edad prepuberal. La
duración de los episodios tanto maniacos como depresivos tiende a ser corta con
frecuentes cambios de un estado a otro. Cuando el niño entra en la
adolescencia, la duración de los episodios y de los períodos asintomáticos
tiende a incrementarse.
El pronóstico de esta enfermedad empeora con la comorbilidad
(TDAH, abuso de sustancias, conducta de oposición, ansiedad y depresión, etc.)
Etiología
El TBP es uno de los trastornos mentales con mayor
componente genético. Numerosos investigadores han encontrado una incidencia
incrementada de trastornos afectivos, tanto bipolares como unipolares, en los
padres de niños y adolescentes con TBP.
Los
hijos de bipolares tienen 2,7 veces mayor riesgo para padecer cualquier
trastorno psiquiátrico y 4 veces más riesgo para desarrollar trastornos
afectivos. Aun así, se desconocen los mecanismos concretos por los que se
desarrolla el TBP precoz. Aunque los factores genéticos y biológicos juegan un
papel primordial en la génesis del trastorno, los factores psicosociales pueden
moldear la expresión de éstos.
Hoy en día se sabe que las situaciones de estrés adverso en
la edad temprana, incluyendo abuso o descuido en la niñez, se relacionan con un
aumento en la tasa de prevalencia de depresión en el adulto.
Pronóstico
Existen factores que empeoran el pronóstico de
la enfermedad bipolar, como ciertas características de la enfermedad
(inicio temprano, comorbilidad psiquiátrica, síntomas psicóticos), antecedentes
familiares (sobre todo de enfermedad bipolar), o psicosociales (falta de apoyo
social y familiar).
Aunque el pronóstico mejora con un tratamiento correcto, la
mayoría de niños y adolescentes con enfermedad bipolar presenta alteración de su
funcionamiento normal, que se prolonga en el tiempo. Algunos estudios describen
una tasa de recuperación del 65-100%, y de recaída del 40-67%. Sin embargo, las
nuevas opciones terapéuticas, tanto psicofarmacológicas como psicoterápicas,
probablemente resulten en la mejoría del pronóstico de estos pacientes.
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