VIH/SIDA

El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) es un lentivirus (virus cuyo período de incubación es muy largo) que infecta a las células del sistema inmunitario, alterando o anulando su función. 
La infección por VIH es la que acaba provocando el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA), representando las etapas más avanzadas de esta infección. Por lo tanto, el SIDA es un conjunto de enfermedades que aparecen como resultado de la infección del VIH.

El VIH puede trasmitirse mediante:

• Relaciones sexuales sin protección con una persona infectada
• Compartir agujas con una persona infectada, por ejemplo al consumir drogas
• Contacto con la sangre de la persona infectada, por ejemplo al realizar una transfusión de sangre infectada
• El parto. Una madre infectada embarazada, puede trasmitirle el virus al bebé en el momento del parto, en el mismo embarazo o al amamantarlo.

Aunque hay personas que presentan síntomas al poco tiempo de ser infectados, en muchos de los casos, estos síntomas tardan años en aparecer. Los primeros síntomas en aparecer pueden ser: hinchazón de glándulas de la garganta, axila o ingle; fiebre, dolores de cabeza o debilidad muscular. Al ser inespecíficos de esta infección y durar solo unas pocas semanas y desaparecer, hacen que la infección por VIH sea muy difícil de diagnosticar.

A medida que avanza la enfermedad pueden aparecen infecciones oportunistas por bacterias, hongos, protistas y virus. Una vez que llega a una fase más avanzada es cuando se habla de SIDA. En esta etapa pueden producirse síntomas como:

• Sistema inmunológico gravemente dañado
• Aftas
• Enfermedad Pélvica Inflamatoria
• Infecciones graves y frecuentes
• Pérdida rápida de peso, no causada por dita o ejercicio físico
• Fiebre y sudores nocturno frecuentes
• Diarrea frecuente
• Aparición de tumores violáceos o claros en puel y boca
• Sangrado sin causa aparente de cualquier herida o tumor en el organismo
• Pérdida de fortaleza muscular
• Erupciones cutáneas frecuentes e inusuales

Tanto el SIDA como la infección por VIH son incurables. 

Sin embargo, mediante un tratamiento con antirretrovirales se puede aumentar la esperanza de vida de los portadores del virus al mismo tiempo que se reduce la posibilidad de padecer infecciones oportunistas.
Estos antirretrovirales lo que hacen es reducir la replicación del VIH, frenando el progreso de la enfermedad. De esta manera esta enfermedad se vuelve compatible con una vida larga y casi normal. 
Actualmente, la mayoría de los tratamientos para la infección de VIH o el SIDA se caracterizan por combinar distintos antirretrovirales, dejando el tratamiento con una sola droga antirretroviral a las embarazadas VIH positivas.  La ventaja de estos combinados de antirretrovirales es que atacan al virus desde distintos puntos, teniendo un mayor efectos en la progresión de la enfermedad.

Existen distintos medidas de prevención para evitar la infección por VIH:

Lazo solidario de apoyo
a la lucha contra el SIDA 

• Utilizar preservativos en la relaciones sexuales
• Hacer un análisis correcto de la sangre para transfusión, asegurandose de que está libre del virus.
• Recomendar a los drogodependientes que abusen de drogas inyectables, que utilicen una aguja y jeringa nuevas en cada inyección
• Utilizar guantes cuando exista riesgo de contacto con sangre o secreciones corporales
• Ofrecer pruebas de detección del virus gratuitas a todas la personas en riesgo