miércoles, 2 de diciembre de 2015

CARNE PROCESADA Y CÁNCER

En Octubre de este año 2015, salta a los medios de forma alarmante la noticia de que comer carne procesada aumenta el riesgo de sufrir cáncer colorrectal, según un panel de expertos de la OMS. Se consideran estos alimentos como carcinógenos para los humanos, y lo incluye en el grupo de sustancias más peligrosas para la salud junto con el humo del tabaco, el alcohol, el plutonio o el aire contaminado.


Se calcula que el consumo diario de 50 gramos de carne procesada aumenta el riesgo de cáncer colorrectal en un 18%, pero ese consumo ha de ser continuo durante años, para tener ese efecto. Esto supone que para un individuo el riesgo es pequeño, pero aumenta con la cantidad consumida.
Ell consumo medio de carne y productos cárnicos en la Unión Europea es de 24 gramos al día, por debajo de la ingesta de 50 gramos al día a la que se le atribuye un aumento del riesgo de cáncer colorrectal de un 18%.

¿Qué es la carne procesada?
Se refiere a toda aquella carne que haya sido transformada por medio del salado, curado, fermentación  u otros procesos que intensifiquen el sabor o mejoren la conservación. La mayor parte de las carnes procesadas contienen cerdo o vaca, pero también pueden contener otras carnes rojas, aves, vísceras o carne fabricada con productos como la sangre del animal.
Salchichas, el jamón, la carne en conserva o la salada.

¿Qué es la carne roja?
Aquella carne que proviene del músculo de los mamíferos, incluyendo, la de vaca, lechal, cerdo, cordero, caballo y cabra.

¿Entonces, la comida produce cáncer?
Y la respuesta es sí, pero depende de lo que comas y de cómo lo comas. En los 60 las hortalizas, patatas y cereales formaban el grueso de la dieta de los españoles (57%). La carne y el pescado,juntos, solo representaban el 6,3%. Actualmente, el consumo de carne y pescado roza el 16%. Y el codillo, las salchichas o el bacón dominan sobre el lenguado (comemos 140 gramos diarios de carne frente a 72 de pescado, según el Ministerio de Agricultura). Sobre la asociación entre el consumo excesivo de carne y una mayor incidencia de enfermedades cardiovasculares o cáncer de colonya se había hablado. Igual que se sabía que el exceso de azúcar engordaba o perjudicaba la vista y que el abuso del aceite subía el colesterol. Pero eso no significa que haya que expulsar esos alimentos de nuestros desayunos comidas o cenas. No son tan importantes los alimentos concretos, que siempre deben ser de calidad y lo más frescos posibles, sino el patrón alimentario.


 



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