jueves, 10 de diciembre de 2015

HEPATITIS B


La hepatitis B es la enfermedad causada por el virus de la hepatitis B. Afecta al hígado y se caracteriza por la necrosis hepatocelular e inflamación. Puede acabar  provocando cirrosis hepática, cáncer de hígado, insuficiencia hepática y la muerte.

El virus de la hepatitis B se puede transmitir mediante el contacto con sangre o fluidos corporales como, saliva, flujo vaginal y semen, que estén infectados. Esta exposición puede ocurrir por:
  • Mantener relaciones sexuales sin protección con una persona infectada
  • Transfusión de sangre infectada
  • Reutilización de agujas y jeringuillas
  • Transmisión vertical: de una embarazada infectada al bebé durante el parto
El virus de la hepatitis B puede sobrevivir fuera del organismo durante 7 días, período en el que todavía puede infectar a una persona que entra en contacto con él y no está protegida. El período de incubación de este virus es aproximadamente de 75 días. Si no es detectado a tiempo puedo producirse una hepatitis B crónica.
  • Síntomas
En la fase de infección aguda, la mayoría de personas no presentan síntomas. Sin embargo, una pequeña parte de las personas presentan un cuadro agudo, durante pocas semanas, de síntomas que incluyen: 
  • Coloración amarillenta de piel y ojos
  • Orina oscura
  • Fatiga extrema 
  • Náuseas 
  • Vómitos
  • Dolor abdominal
En algunos casos la hepatitis aguda puede producir una insuficiencia hepática aguda, provocando la muerte (hepatitis fulminante).

En otros casos la hepatitis B puede causar una infección hepática crónica, dando lugar posteriormente a una cirrosis o cáncer de hígado.
  • Tratamiento
Si se trata de una hepatitis B aguda, no existe un tratamiento específico, ya que en la mayoría de los casos la infección se elimina espontáneamente sin requerir tratamiento. El objetivo para el tratamiento de una hepatitis B aguda es mantener el bienestar y un equilibrio nutricional adecuado.

Si, por el contrario, se trata de una hepatitis B crónica el tratamiento es necesario para evitar que la replicación del virus continúe y para reducir el riesgo de cáncer de hígado o cirrosis.
En este caso el tratamiento consiste en:
  • Fármacos antivirales orales: suprimen la replicación del virus. Estos estan recomendados por la OMS, ya que son los más potentes para suprimir el virus, rara vez provocan farmacorresistencia, son fáciles de tomar, y tiene pocos efectos secundarios. Si embargo, la mayoría de las personas no se curan de la infección ya que este tratamiento solamente evita la replicación del virus, y por tanto es un tratamiento que se debe seguir de por vida.
  • Inyecciones de interferón: es  un modulador del sistema inmunitario. Tiene un elevado costo, y considerables efectos adversos.
  • Cirugía: ya que la hepatitis B puede acabar causando un daño irreversible en el hígado, en casos muy graves la única solución es un trasplante hepático.
En el caso de los lactantes con madres infectadas por el virus de la hepatitis B, su tratamiento consiste en la administración de anticuerpos contra el virus y la inmunoglobulina de hepatitis B. Este tratamiento permite que la madre amamante al bebé sin riesgo de transmitir el virus.
  • Prevención
El principal mecanismo de prevención de la hepatitis B es la vacunación. La OMS recomienda que se administre a todos los lactantes lo antes posible. Tras la primera dosis, se debe completar la serie primaria con 2 o 3 dosis más. 
La serie completa genera anticuerpos  con niveles de protección del 95% en lactantes, niños y adultos jóvenes. La protección dura por lo menos 20 años, y en algunos casos toda la vida.

Además de la vacunación existen otros métodos para la prevención de esta enfermedad:
  • Mantener relaciones sexuales con preservativo
  • No compartir agujas ni jeringas 
  • Usar guantes si hay riesgo de contacto con sangre o fluidos corporales.
  • Realizar un buen análisis de la sangre destinada a transfusión

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