miércoles, 16 de diciembre de 2015

CELOS EN LA ADOLESCENCIA

Los celos se definen como un estado emocional ansioso, caracterizado por el miedo ante la posibilidad de perder lo que se tiene, se considera tener o se desea tener. Si hablamos de las relaciones, los celos aparecen por temor a perder el afecto, la atención o amor de una persona significativa, como puede ser la pareja sentimental. 

En el caso de los adolescentes, los cambios hormonales y psicológicos hacen que las emociones se vivan más intensamente. Por ello, un adolescente celoso puede sentir los celos tan intensamente que se transformen en una situación patológica. 

Podemos, entonces hablar de dos tipos de celos: normales y patológicos. La diferencia radica en que en los celos normales, la persona es consciente de que su pareja es libre y puede hacer lo  que quiera, teniendo un pensamiento flexible y controlando sus emociones. Sin embargo, en los celos patológicos la persona prohíbe a su pareja implicarse emocionalmente con otras personas, teniendo un pensamiento rígido, sin poder controlar las propias emociones y, a menudo, basándose en situaciones irreales.

Un problema importante que puede suceder en las relaciones sentimentales en la adolescencia es cuando los celos patológicos hacen que se llegue al control de la otra persona. El adolescente celoso confunde el amor con el control y posesión de la otra persona y utiliza los celos como mecanismo de prevención ante una posible ruptura.
En muchos casos este control lleva a una invasión de la privacidad de la pareja, revisando sus mensajes de texto, sus redes sociales o correos electrónicos.  

  • ¿Cómo ayudar a un adolescente celoso?
Para ayudar a un adolescente celoso es importante hablar con ellos, sobre como se sienten y las situaciones que provocan la aparición de los celos. Se debe calmar su angustia para que esas emociones que siente no invadan su personalidad. 

Es importante, también, hablarles de la propia experiencia para que sean capaces de 
discernir si esos celos son fundados o no, y motivarles a hablar de sus sentimientos con la persona que le genera esos celos.
Hay que ayudarles a entender que la persona amada no es un objeto que pueden poseer, sino que tiene intereses propios y libertades individuales, y no por ello van a ser traicionados. Que pueden sentir celos, pero que es importante hablar y pensar en ellos sin que esta emoción perjudique la relación. 

De esta manera podemos ayudarles conseguir que los celos aparezcan de una manera normal y no se conviertan en celos patológicos que perjudiquen sus relaciones futuras.

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