TABAQUISMO Y ADOLESCENTES

La mayoría de los consumidores de tabaco empiezan a fumar en la adolescencia. Esto generalmente se debe a la presión social, rebeldía, baja autoestima o por experimentación y curiosidad. 

El tabaco es un producto procesado a partir de una planta que se cultiva por sus hojas, que una vez secas y curadas, se fuman, mascan o se aspiran. 

La planta del tabaco contiene nicotina, una droga tóxica estimulante y de las más adictivas que existen. Cada cigarrillo contiene aproximadamente 1 o 2 miligramos de nicotina. 
Cuando se inhala el humo del cigarrillo, la nicotina llega a los pulmones junto con alquitrán asociado, y a través de los alvéolos pasa a la sangre y de ahí llega hasta el cerebro en cuestión de segundos. Si no se inhala el humo, la nicotina se absorbe a través de las membranas mucosas de la boca muy lentamente.

El tabaco es una droga que provoca graves problemas en cualquier etapa de la vida, sin embargo, si la adicción se da en la adolescencia, aumentan el riesgo de consumir otras drogas y de padecer enfermedades como:

• Tos frecuente
• Adicción a la nicotina
• Dolores de cabeza
• Problemas respiratorios: enfisema pulmonar y bronquitis
• Caída de los dientes e inflamación de las encías
• Problemas cardíacos
• Pérdida de la visión
• Pérdida de la audición
• Enfermedades psiquiátricas: ataques de pánico, depresión y trastornos de la ansiedad
• Infertilidad e impotencia

La mejor manera para prevenir el tabaquismo en adolescentes, es desarrollar medidas que impidan que los jóvenes comiencen a fumar:

• Es importante darles información y educarles sobre los riesgos de fumar y de las consecuencias que conlleva para la salud de la persona esta adicción
• Incremento del precio del tabaco
• Prohibición de publicidad, ya sea directa o indirecta
• Dificultar el acceso a los adolescente al tabaco